miércoles, 26 de agosto de 2015

Y llegó...

Ciudades de papel.

¡Hola de nuevo!

Hoy es miércoles y como dije ya una vez, cada miércoles subiré un nuevo post en este blog que tantos sentimientos me esta haciendo vivir y eso es gracias a los que me leéis y dedicáis un ratito de vuestro tiempo libre en "leerme".

Una de las primeras entradas que hice en este blog fue para hablar de unos de libros que por ahora me ha marcado, "Ciudades de papel", en el post dije que cuando viera la película iba a comentar lo que me parecía. Así que eso es lo que hoy toca.

Querría empezar diciendo que sin duda alguna SIEMPRE elegiré un libro antes que una película (aunque sea del libro), así que aclarado esto puedo continuar, me gustaría describiros al detalle todo lo que sentí, el antes y el después. ¡Vamos a ello!

El día de antes de verla fui a comprar las entradas, ¿el por qué? Pues porque si tengo que esperar una cola bastante larga seguro que no hubiera aguantado, no por el hecho que no hubiera más (que también, pero no es por eso) sino porque hubiera estado todo el rato diciendo: "Todo esto por no venir el día antes y ahora para que no quedeny tengamos que volver a casa" seguro que mis padres se hubieran hartado y se hubieran ido y ¡Adiós entradas y adiós película! Como dice una persona de mi familia: "Mejor que sobre a que falte" y como eso va en la herencia de la familia, así soy yo jeje.

EL GRAN DÍA.

Desde que me levanté estaba deseando que llegara el momento de entrar en la sala, sentarme y disfrutar...
Pero no sé si fue porque se me olvidó o porque no quería pensar en ello, el caso fue que durante el día no estuve para nada nerviosa, hasta que se acercó la hora y escuché a mi madre decir: "María vete vistiendo que no quiero ir con prisas", bueno pasemos al camino hacia el cine.

Aprovecho la ocasión para pedir disculpas a mis padres por las malas contestaciones que les dí pero me tenían que entender, iba a ver la película basada en el libro que tantos sentimientos me produjo, ¡ERA UN DÍA IMPORTANTE EN MI VIDA! Pensaréis que no es para tanto, pero los que me rodean(me gustaría acordarme de mi prima "E", te quierooo,jeje) saben lo importante que era para mí.

Y llegó el momento de entrar en la típica sala de cine en la que sólo se ve el número de filas en cada escalón de la sala.Me acomodé en mi asiento, miré a los lados, cuando terminaron los tráilers de los estrenos próximos cerré los ojos y dí las gracias, a todas aquellas personas que me quieren y son importantes para mí.Después de dar las gracias, sonreí y me dispuse a ver la película que después de tanto tiempo quise ver.
 
LA SALIDA.

¿Nunca os a pasado que al terminar de ver algo que tanto querías ver sentís que ya se acabó?Sí que se acabo de disfrutar (en este caso de una película), que se acabo la espera, se acabó los nervios por que llegara el día, se acabó el ir tachando los días del calendario y ver como se acercaba la fecha, todo eso en unas pocas horas se acabó.

Pues eso es lo que me pasó, no sabía que decir, hacer, tan solo pensar.
Pienso que cuando eso pasa es porque es mágico, es mágico todo, la compañía, el lugar, la fantástica emoción de no saber que hacer, simplemente disfrutar de todo aquello que vives, porque sabes que aunque pasen los días, las semanas, los años, es imborrable en tu memoria.

Me gustaría dar las gracias por leer toda la entrada que ya sé que es un poco larga pero necesitaba contar todo lo que piensa mi alma y mi corazón, os quiero...

María.